En anterior post sobre las Normas Urbanísticas de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja, analizaba la importancia de la participación ciudadana en su elaboración, tras las noticias aparecidas en prensa recientemente relativas a que en breve la Comisión Territorial de Urbanismo de Burgos aprobara definitivamente el texto remitido por el Ayuntamiento y que esto habilitará para la construcción de otras 6.000 viviendas, me planteo dos cuestiones: – La primera, para que queremos seis mil viviendas más, cuando la mitad del parque residencial esta vacio o solo se utiliza unas quincenas al año. – La segunda, profundiza en la participación ciudadana de la que ya hable, y que no habrá pasado de unas cuantas alegaciones escritas la mayor parte de ellas desestimadas.
Reflexiono hoy sobre la participación de los Niños/as y Adolescentes en la elaboración de unas Normas Urbanísticas que seguro estarán vigentes durante mas de una década y que sin duda afectaran a su futuro y a la forma en como interaccionaran con su entorno mas cercano (su pueblo) y en como vayan desarrollando o no su proyecto vital.
Es evidente que la participación de Niños y Adolescentes en la elaboración de un texto legal tan técnico no esta prevista en ninguna norma, y esto es debido a que no se Les considera como sujetos de pleno derecho hasta que alcanzan la mayoría de edad, lo cual parte del estereotipo de que los Niñ@s y adolescentes son “tontos”, no se enteran y son seres imperfectos e inacabados. Error.
Para ello y no solo en mi Pueblo, hay que recuperar para la Infancia y la Adolescencia, los espacios, las relaciones y los derechos que el corresponden, y la mejor forma es crear ESPACIOS DE PARTICIPACION COLABORATIVA.
“Participar es capacitar como ciudadanos a los Niños, Niñas, y Jóvenes. Que la infancia tome parte en nuestra Comunidad supone un aprendizaje para todos/as. La inclusión de la mirada del “otro” nos permite enriquecer nuestro entorno, además de invertir en personas adultas, activas y responsables con el futuro”.
Voy mas allá, no es solo incluir “la mirada del otro”, sino su mirada limpia y sin prejuicios, y además “empoderar” a nuestros jóvenes devolviéndolos el protagonismo que siempre han debido tener.
Es evidente que se le hará difícil a un Niño, Niña o Adolescente entender conceptos como edificabilidad, alineación o rasante, junta de compensación o plan parcial, pero nos pueden dar nociones o ideas básicas de cómo quieren vivir, relacionarse con el entorno, donde jugar, donde estudiar, donde y como relacionarse con sus iguales, de qué forma ( trabajando el principio de Sostenibilidad), ahora mismo no se me ocurre nada más positivo que ponernos en relación, trabajando y jugando juntos en el futuro de nuestra comunidad, empezando por nuestro Municipio.
Por supuesto, los Adultos hemos de comprometernos y llevar a cabo los compromisos adquiridos, escuchar seriamente sus propuestas, problemas e intereses.
Claro está que difícilmente se puede pensar en la participación de nuestros Niños, Niñas y adolescentes en la elaboración de una norma, cuando resulta una quimera para los Adultos, en muchos casos por la pasividad que nos invade, y lo alejados que se presentan los equipos redactores de estas Normas (como si fueran “un oráculo griego”), pero nunca ha sido más necesaria la participación de TODOS en sacar adelante este Proyecto Común que es nuestro Municipio.
Para finalizar con un mensaje positivo y poderoso, la participación de la Infancia en nuestra Comunidad supone y supondrá un aprendizaje bidireccional “para el mundo de los adultos”, la inclusión de su mirada limpia y sin prejuicios en nuestra visión de nuestro pueblo y la posibilidad de enriquecer nuestros entornos urbanos con su presencia y vitalidad.
Es un proceso innovador, si se quiere, se puede. Imagen / www.alvarogutierrezfotografiapremios.blogspot.com; www.villarcayo.net Fuente / www.leioa.eu/